Busqué ese frío crispado
Que olía a caricias y charcos
Y recorrí esas lunas efímeras
Que dejabas olvidadas en tus letras.
Aquellos naufragios dulces
En los que nos dábamos con el mundo de bruces
Se me cayeron por las escaleras
Mientras trataba de subir a las estrellas
Para atrapar aquella aurora boreal
Que te quería regalar.