Sé que el tímido destello de las luces de ciudad
Es apenas para las estrellas un guiño cordial.
Sí, lo sé, y aun sabiéndolo, en el fondo, no lo quiero creer.
Aquellas tintineantes bombillas refulgen con la fuerza
Que de su pequeñez se puede extraer.
Sacan temerarias de sus entrañas todo el esplendor
Que su fragilidad puede contener.
No pidas a las suaves lámparas que sólo saben alumbrar páginas
Que hagan suspirar a los astros por su belleza,
Pues éstos reirán disimuladamente su osadía.
Esos minúsculos destellos
Alzan su vulnerable mirada al altísimo cielo
Y lloran desde la profundidad de la noche su insignificancia.
La tenue lumbre de un candil jamás enamorará a una estrella,
Pobre ilusa y débil vela.
Bello. Las frase; "[...] pues éstos reirán disimuladamente su osadía, esos minúsculos destellos, alzan (o alzarán) su vulnerable mirada al altísimo cielo..." es francamente buena,
ResponderEliminarme ha encantado la visita, un abrazo!
Hola Clarena, ja e visto que me sigues en el blogg Leyendo Bajo El Cielo! Muchas gracias! Tu blogg también es fantastico. Pasaré a menudo por aqui.
ResponderEliminarM.
Te sigo.
Hola paisana, bonitas letras y precioso blog.
ResponderEliminarsi te gusta la poesía te invito a mi nuevo blog
Brisa poética, que abrí para escribir algo diferente.
feliz semana.
Ya está la reseña de tu blog en El Semillero.
ResponderEliminarSaludos!
Las estrellas son estupidas y engreidas en su magnificencia, no tienen que esforzarse para ser porque ya son, por eso la humilde llama de una vela, que desgarra a duras penas la oscuridad, puede ser la luz mas hermosa del universo en una cueva, alli donde no llega la luz de las estrellas. Un saludo.
ResponderEliminarCon tu juventud y esos textos tan emotivos te acercas más a la luz de las estrellas que al modesto (aunque importante) candil.
ResponderEliminarHe tenido que volver a leerlo, maravillosos contrastes. Abrazos!!
ResponderEliminarjorgemaseda.blogspot.com
Muchísimas gracias por la reseña y por vuestras amables palabras :)
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