Y en esta mañana, sin darnos cuenta, se nos caen las risas.
Las teníamos bien agarradas, tal y como nos enseñaron.
No entiendo qué pudo pasar.
¿Las ves? Burbujean en tus dientes, se columpian en tu barbilla.
Bajan a tu pecho para ejecutar ese baile que por nuestra culpa tan poco han ensayado,
Al ritmo del frufrú de sus faldas y con soltura de bar.
Juegan a Apolo y Dafne corriendo unas tras otras, divertidas.
Con la vivacidad del preso recién liberado
Parece que hoy no quieren dejar de cantar.
Doy un respingo cuando de pronto me clavas tus titilantes pupilas,
Pero éstas no tardan es posarse en las risas que se nos han escapado,
Ya sé que tu mirada es una trotamundos, pero aun así me la intento guardar.
Tus labios miran con cariño a sus ruidosas hijas
Y extienden un puente entre mi perplejidad y tu agrado,
Los míos deciden imitarlos y sacan esa mueca que habían dejado olvidada en un desván.
Hace calor como emisario de pasiones . Hay que abrir los ojos pues en el aire incluso flotan señales de misteriosos amores. Un beso.
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