Enviudó un piano de marfil que fingía curar heridas.
Volaron lejos aquellas palomas adventicias
Las teclas solas, ellas aleteando a través del tiempo
Gritaban delirios espumosos y sonrisas surrealistas.
Enmudecían la carne.
Se explayaba el sentido, remoloneaba entre tules.
El enredo de lluvias y epifanías,
Los momentos coloristas
Nadaban, y se encrespaban en el viento.
Una tarde de auroras perdidas ya perdida.
Nada arde.
Los días son amarillos y rosas y verdes, no azules.
Sois libres en vuestra prisión, ratas albinas,
Desdén frugal del mediodía.
Libres para lucir vuestro semblante serio
Y no añorar el piano de las mañanas vacías.
Porque ahora es tarde
Y las vísperas, y el vaho, dulces.
"Enviudó un piano de marfil que fingía curar heridas (...) Sois libres en vuestra prisión, ratas albinas." Inmensa preciosidad estos versos. Muy bonito poema lleno de melancolía, y algo de rabia. Muy bonita la música :) Un abrazo!
ResponderEliminarTal parece que tienes buen gusto en música, si tu perfil dice que tienes 17 años, perdón por subestimar, me agrada tu blog, el poema lo leí y escuché la música, aún lo digiero. Son demasiadas metáforas. Seguiré leyendo.
ResponderEliminarSin duda veo el piano, allí, sin que nadie lo toque... Magnífico poema, paisana, a ver si te dejas ver más, que no se te ve por ningún sitio comentando y en esto de los Blogs, una de las cosas más bonitas es compartir. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso Poema Clarena.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog, volveré para visitarte. Un abrazo
Ese último párrafo bien intenso.
ResponderEliminarSaludos
David
Algunas personas, para volar, no necesitan alas.
ResponderEliminarSaludos
J.
Hola...ánimos con tu blog. Escribe temas sociales, la pobreza, la inseguridad ciudadana. O algo alegre, fiestas, playas, el campo. Simpre hay algo que escribir. Pásate por mi sitio.
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