Comprendiendo lo incomprensible










La vida es intrincada, idas y venidas, gente que se va, gente que vuelve y gente que no está nunca. Es saltar en un trampolín bajo el claro cielo de una primavera, es mantener la compostura ante situaciones complicadas, es mirar hacia delante teniendo en cuenta lo que hay detrás, es entender lo ininteligible, es comprender lo incomprensible.
















miércoles, 30 de marzo de 2011

Como un puente sobre aguas turbulentas


40 inviernos se desvanecieron ya, 40 inviernos desde que Art Garfunkel y Paul Simon endulzaran las vidas de millones de personas construyendo un puente sobre sus aguas turbulentas, muchas más de 25 millones, número de copias que su apoteósico Bridge over Troubled Water vendió. La canción que da nombre al álbum nos habla sobre aquellas amistades duraderas, persistentes, que sirven de apoyo en tiempos difíciles, que aportan sentido a la vida cuando ésta parece estar sumida en un caos. Muchas veces se ciernen sobre nuestra existencia espesas y oscuras nubes cargadas de frío y tormenta, gotas frías que caen como lágrimas, y en estos momentos de verdad se agradece un recomofortante paraguas, algo que ahuyente el chaparrón y te cobije, un amigo fiel que te dé un abrazo y te diga que todo saldrá bien, un pilar que sostenga todos los problemas bien alto y no deje que caigan sobre uno, un puente resistente que nos facilite el tránsito de las aguas turbulentas que amenazan con ahogarnos. Toda vida presenta altibajos, una cumbre esplendorosa y un amargo hundimiento, abundan sonrisas cómplices y palabras amables en esta primera y sus proximidades, pero en el triste abismo, en el angustioso foso de nuestra existencia y demás depresiones, cuando más nos hace falta que un abrazo nos transmita calidez humana, se evaporan aquellos que considerábamos puntos de apoyo. Afortunadamente permanecen unos pocos, los más sólidos y, por ello, valiosos, los que te levantan cuando caes y recogen con cuidado todos tus trozos cuando estallas o te desmoronas para recomponerte con mimo. El dolor es enormemente aliviado si se arropa en la dulce y envolvente amistad, la verdadera. Y Paul lo sabía, y nos lo decía junto a Art en 1970, "cuando las lágrimas estén en tus ojos, yo las secaré todas... cuando la tarde caiga tan duramente, yo te recomfortaré". Emotivas palabras sobre la amistad que resultan también irónicas, ya que coincidieron con la ruptura del dúo, pues los aclamados Simon y Garfunkel se despedían de esta forma tan grandiosa del panorama musical como pareja artística, las disputas y desacuerdos resquebrajaron un puente que no supo sostenerse sobre las aguas, aún estando estas asombrosamente en calma, puesto que vivían una época exitosa y dulce, el esplendor de su carrera. Despedían con esta obra maestra la década de los sesenta, con su separación, que junto la muerte de Hendrix y la ruptura del cuarteto más famoso de Liverpool, hacía que el comienzo de la nueva década adquiriese un ligero tinte pesumbroso.
Así pues, hoy ruego se dedique un amable pensamiento a todos aquellos puentes sobre aguas turbulentas, aquellos buenos amigos que te ayudan cuando más los necesitas, con los que me siento muy afortunada de contar.
Clarena

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